Este post es parte de una campaña con DiMe Media y Pampers. Todas las opiniones aquí expresadas son mías.
Si algo me cambió la vida para bien y para siempre, fue la llegada de mis hijos a este mundo. Con Andrés Ignacio (13), me hice mamá contra todo pronóstico y siempre digo que mi primer milagro particular resultó ser mejor de lo que había soñado. Sin embargo, no fue sino hasta que nació Tomás Eugenio (11), mi segundo milagro, cuando sentí que mi vida estaba completa: lo mío con esta criatura fue amor a primera vista y desde que lo tuve en mis brazos y lo miré y lo besé por primera vez, supe que no podría vivir sin este muchachito.
Con la llegada de Tomás, mi vida dio un giro de 180º. Empezando porque decidí que trabajaría en mi casa: dejaría de ser empleada y emprendería un negocio que me permitiera sostener a mi familia (era y soy mamá soltera) desde mi casa, mientras cuidaba de mis hijos.
Con la llegada de Tomás me convertí en empresaria y dueña de mi tiempo y mi destino. Con mi bebé de apenas semanas de nacido, y un cliente maravilloso que me dio el espaldarazo inicial, mi casa se convirtió en una agencia de Relaciones Públicas boutique.
Recuerdo que en esos primeros meses, en las reuniones con mis clientes, siempre estaba amamantando a Tomás Eugenio (quien resultó ser un tragón de primera y además fue lactancia materna exclusiva hasta que tuvo casi ocho meses), mientras mi asistente tomaba notas.
Mi negocio prosperó y creció. Cuando los niños tuvieron edad de ir al maternal y al cole, de lunes a viernes y de 8 de la mañana a 4:30 de la tarde, mi casa era una sala de partos donde paríamos ideas y estrategias, diseñábamos, escribíamos lo que hubiera que escribir, distribuíamos notas de prensa y hacíamos campañas de publicidad y mercadeo. En mi vida fui tan creativa y productiva como en esa época.
Cuando me debatía entre aumentar el head count y buscar una oficina más “cómoda” fuera de mi casa, para que el negocio siguiera creciendo, tomé otra decisión importantísima que nos cambio a todos la vida para siempre y para bien.
Buscando un mejor futuro para mis hijos, quienes por ese entonces tenían 3 y 5 años, liquidé activos y despaché lo que había sido mi vida en un contenedor que zarpó del Puerto de La Guaira, en mi Venezuela natal, rumbo a su destino en el Puerto de San Pedro, en Los Ángeles, California.
Luego de emigrar a Estados Unidos, me tocó comenzar de nuevo otra vez. Primero en el Sur de California, donde vivimos y fuimos felices cinco años, para volver a reinventarme en Miami, a dónde llegamos, asustados, hace poco más de tres años.
No importa lo pequeñitos que sean, los bebés son poderosos agentes de cambio y su presencia tiene un impacto enorme en nuestras vidas. Nos hacen mejores personas y nos impulsan a hacer lo que en condiciones "normales" parecerían hazañas extraordinarias e imposibles de lograr.
Recuerdo como si fuese ayer, aquella noche de 2007 cuando, viendo las noticias por televisión, escuché a un funcionario del gobierno venezolano anunciando que en las escuelas comenzarían a impartir la doctrina comunista y los valores socialistas. A mediados de 2008 ya mis hijos y yo éramos residentes permanentes en Estados Unidos y en 2014 nos hicimos ciudadanos americanos.
Ese es el poder y la fuerza que te da el deseo de darle a tus hijos una vida mejor. Es un poder universal que experimentamos todos los que tenemos la fortuna de que alguien nos llame "mamá".
Mira este video de Pampers que celebra las múltiples formas en las que los bebés hacen surgir los mejor de nosotros:
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Que bonita historia.
ResponderBorrarMis hijos me an cambiado mi vida por completo llenando la de pura alegría por eso siempre trato de darle los mejores momentos de Felicidad junto a mi .
Gracias por el sorteo
Mis hijos me ensenaron a madurar , a amar , a dar lo mejor de mi
ResponderBorrarLeidy R rafflecopter
Mi bebe definitivamente cambio mi vida para bien aunque mis noches también cambiaron pero ahora son llenas de mucho amor. Mi compromiso ahora hacia mi bebe es mejorarme todos los días y en todos los aspectos. Ahora ya retome mis estudios y tengo un trabajo de medio tiempo pero eso si, siempre trato de pasar un buen tiempo con mi bebe. Muchas gracias por la oportunidad de ganar esta maravilla de sorteo.
ResponderBorrarGracias por visitar y comentar Maria Beas y mucha suerte amiga!
BorrarBella experiencia y reflexion sobre la vida misma. Los hijos son una bendición de Dios, el milagro mas hermoso de la vida.
ResponderBorrarAsí mismo es María Elena. Gracias por visitar y comentar.
BorrarQue linda historia,
ResponderBorrarmis hijos an cambiado mi vida para mejorar como ser humano y sacan todo ese amor en mi que ni yo misma sabía que tenía mis niños son la bendición más grande que Dios me dio siempre trato de darle lo mejor de mi para aserlos felices.
Gracias Lupita por visitar y comentar.
BorrarMis hijos han cambiado mi manera de ver las cosas, hasta las cosas mas simples son un gran tesoro, cada momento con ellos es especial .
ResponderBorrarLeidy R rafflecopter