Hace poco, The New York Times publicó una nota en la que daba cuenta de que algunos restaurantes están prohibiendo que sus clientes tomen fotos de la
comida que ordenan. El tema de fotografiar los platos también motivó que BBC
Mundo ahondara sobre el asunto y al respecto tuve la honra de ser consultada. Aquí puedes leer
lo que publicaron. Lo que sigue son
mis reflexiones sobre por qué fotografío lo que me como:
Primero que nada porque me encanta cocinar y comer (o comer y cocinar, no importa el orden) y con
la fotografía dejo testimonio gráfico de lo que cocino y como. Me gusta decir que soy una escritora que cocina y una cocinera
que escribe, y en este blog confluyen esas dos pasiones. Pero tengo
clarísimo que una imagen dice más que mil palabras. Por eso la fotografía es
importantísima para mí y no me avergüenza admitir que le ha ido robando espacio a la
palabra y se ha convertido en uno de mis medios de expresión favoritos.
Pero además tomo fotografías de lo que cocino y me como (en mi
casa o cuando voy a un restaurante) porque soy una provocadora de oficio: me
gusta tentar, ver qué piensan los demás, si les apetece lo que estoy preparando
o comiendo. La comida y la cocina, o más específicamente las fotos de los
platos o de los productos que uso en su elaboración, son un medio facilísimo
para provocar: facilitan una conexión con la gente que
de otra manera no existiría. Soy una foodie
y gracias a mis fotografías he entrado en contacto con otros foodies, sea que escriban o tomen fotos
o no… somos como una "mafia"…
Cuando cocino, fotografío la comida y le doy clic a “enviar” a
la foto, es como si completara un círculo. Cuando te tomas la cocina tan en
serio como me la tomo yo, cocinas para una audiencia. Cuando muestras en Instagram, Twitter, Facebook o Pinterest las
fotos de una ensalada, un plato de sopa, un helado o un mojito, ocurre el
milagro y la audiencia se multiplica y mejor aún: se da una verdadera
comunión entre la cocinera-fotógrafa que habita en mí y esa audiencia. Con la fotografía abro una ventana a esa experiencia
maravillosa que para mí significa cocinar y que al final no es más que un acto
de amor. Digamos que la fotografía es la “visualización” de esa comunión.
Por último, pero no por ello menos importante, tomo fotos de
lo que como porque vivo en lo que Mario Vargas Llosa ha llamado con tanto acierto la
“civilización del espectáculo”. Cuando fotografío y comparto las fotos de mi comida, es como si me
convirtiera en protagonista de mi propio reality
show: dejo que ustedes entren en mi vida, en mi casa, en mi cocina, pero les muestro solo la parte que
es divertida.
En esta civilización del espectáculo “banalizamos” todo y
divertirse, así sea con un plato de comida, es lo que cuenta. Y aunque mi
adorado Mario critique por banal a esta, nuestra civilización del espectáculo, soy parte de ella.
No me puedo escapar de ella. No me quiero escapar de ella.
Si me preguntan si estoy de acuerdo con que prohíban a los
comensales tomar fotos de la comida en los restaurantes, digo que NO, porque de suyo no me gustan
las prohibiciones y además todos necesitamos nuestros cinco minutos de gloria. Pero por ejemplo no soy partidaria de ir con trípodes y usar
flashes en un restaurante. Nada que pueda importunar a terceros: meseros,
cocineros, comensales, cuando se trata del “acto sagrado” de compartir la mesa. En lo que a mi respecta seguiré capturando el momento con mi IPhone.
Tomar fotografías de alimentos es un arte. Hay quienes se dedican
a eso nada más. Pero además es difícil porque los suflés se desinflan, los
hielos y los helados se derriten, los vasos se condensan, el aceite puede verse
grasoso, las vinagretas se esconden debajo de las hojas de lechugas, las sopas y las
carnes se enfrían y entonces ya no se ven tan apetitosas. En lo personal, soy una purista que todo lo hace con luz natural, lo que me limita mucho. Yo no maquillo nada. Yo tomo la foto y me como la comida.
Diría que mis fotos son artesanales y al mismo tiempo son
una forma de arte. Pero en el fondo lo que ocurre es que para mí un plato es
como lienzo en blanco y hay que llenarlo con colores. Por eso acuñé el término "cocinar en Technicolor", porque me gustan los colores, los contrastes y me gustan sorprender con esos colores no sólo a quien come lo que cocino, sino a quien ve mis fotos.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en Terra, haz clic aquí.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en La Nación de Buenos Aires, haz clic aquí.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en El Comercio de Lima, haz clic aquí.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en El Tiempo de Bogotá, haz clic aquí.
Para leer lo que publicó Diario ADN de Bogotá, haz clic aquí.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en La Nación de Buenos Aires, haz clic aquí.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en El Comercio de Lima, haz clic aquí.
Para leer el reportaje de BBC Mundo en El Tiempo de Bogotá, haz clic aquí.
Para leer lo que publicó Diario ADN de Bogotá, haz clic aquí.
Enriqueta uno de los aspectos que más me atraen de Savoir Faire son las fotos, me parecen maravillosas; cuando compro libros de cocina escojo los que tienen muchas fotografías, pues me dan inspiración. No hago fotos de las comidas de los restaurantes, sólo hago fotos de los platos que yo he preparado.
ResponderBorrarEn mi blog utilizo muchas fotos, pero a veces siento que en la redes sociales hay un exhibicionismo extremo. En el facebook es muy común ver fotos de personas anunciando gratuitamente la marca del whisky, vino o champagne que beben. Lo mismo pasa con la comida; anuncian el solomillo, la pasta,la lubina y la langosta que se han comido en un restaurante. Creo que cuando salimos a comer, lo más importante es disfrutar de la compañía y la comida; mas parece que el disfrute no está completo hasta que no hacemos una foto y la subimos a las redes sociales.
Aclaro que jamás apoyaría la prohibición de hacer fotos a las comidas de los restaurantes, sólo espero que el momento "exhibicionismo extremo" nos termine cansando y seamos capaces de autorregularnos.
http://losantojosdeclara.blogspot.com.es/
Gracias Clara por visitar y comentar y que interesante que mi nota haya provocado tu reflexión. Es que como dice Mario Vargas, vivimos en la civilización del espectáculo: lo que no se exhibe (como bien apuntas), es como si no ocurriera. Coincido contigo en que a la hora de comer lo más importante es disfrutar la comida en buena compañía. Y sí, yo soy de esas q anda dejando testimonio de todo con las fotos... pero no quiero evitarlo... por ahora opto por seguir provocando. Un abrazo!
ResponderBorrarEnri
Y sí que provocas con esos platos que preparas!
ResponderBorrarSaludos!
http://losantojosdeclara.blogspot.com.es/2013/03/ensaladas-de-habichuelas-verdes-o.html
Gracias Clara! Feliz de tenerte por aquí.
BorrarEnri
Te apoyo Enriqueta! estoy de acuerdo contigo. Desde hace poco comparto fotos de los platos que preparo y también me gusta compartir fotos de platos en restaurantes y poder recomendar los que creo que vale la pena visitar. Las fotos son la prueba de ellos, a mi me hace feliz tomar fotos y verlas cada vez que me apetezca para revivir el momento, los sabores y la experiencia de la comida que ha quedado como una memoria inolvidable gracias a esa fotografía. Y por eso no estoy de acuerdo en la prohibición como esta ocurriendo en varios restaurantes de NYC. La comida es un arte! debemos compartirla
ResponderBorrarwww.theliciousfood.com
Y ves que gracias a las fotos nos volvimos a encontrar? A mí me parece que esto es una maravilla. Y yo si creo que la comida es una forma de expresión, que en el caso nuestro puede además ser muy "artística". Un abrazo lleno de colores y sabores!
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P.S. Y ya me meto en su site!
Hola Enriqueta, me encanto esté artículo, muy bueno, a mi me encanta fotografiar comida en mi casa y veo que tus fotos han mejorado muchísimo desde tus inicios eso demuestra que eres una persona que amas lo que haces y te esfuerzas en mejorar te cada día más! También estoy de acuerdo en que NO prohiban eso de tomar fotos de las comidas en los restaurantes sería algo absurdo...
ResponderBorrarAhora pasando a otro punto me puedo mudar a tu casa yo lavo los platos
Soulmate querida, que gusto tenerte por aquí! Gracias por los piropos. Viniendo de ti, me los tomo muy, pero muy en serio. Mi casa es tu casa. No sabes cuanto lamenté que no nos viéramos la última vez que viniste a Florida. Se que vendrán tiempos mejores y que pronto estaremos compartiendo. Para los platos Frigidaire con eso. Love, Enri
BorrarYa sabía yo que eras una "celebrity". ¿Cuántas veces te he dicho que me encanta tu blog?... Y las que me faltan!!!!
ResponderBorrarUn besote
Jajajajaja! Que loca!
BorrarUn beso Ale,
Gracias por estar pendiente!
Enri