La primera vez que fui me comí un
“mechados”, que no es otra cosa que el pabellón criollo de los venezolanos: un
plato que viene con arroz blanco, caraotas (frijoles) negros, carne mechada,
tajadas de plátano maduro (en este caso horneadas en lugar de fritas) y un poco de queso
blanco rallado.
Aquello fue amor al primer bocado: el arroz, de grano suelto; las caraotas, cocidas a la perfección y con el toque exacto de comino; la carne, delicadamente deshebrada, jugosa, con el gusto preciso que le da el laurel; los plátanos, maduros; el queso, súper fresco. Fue como estar comiendo pabellón en la casa de mi abuela materna, pero en Doral.
Y no solo en Doral, sino en una arepera
que se supone sea un establecimiento de comida rápida, pero donde ocurre que las
arepas, delgaditas (como las telitas) y recién salidas del budare, son gourmet;
y donde, salvo por los postres fríos, la comida se come con cubiertos de acero
que te entregan en una bolsita de papel hecha a la medida.
Amaize, el nombre de este restaurante, es
un juego de sílabas que evoca el grano con que se hace la harina de maíz pre
cocida que se usa para hacer las arepas, y sugiere que sus arepas son amazing (sorprendentes), como en efecto lo son.
En esa embajada gastronómica de Venezuela
que es Amaize, estratégicamente ubicada entre la avenida 107 del NW muy cerca
de la calle 41 de Doral, a quien es venezolano o colombiano, todo le sabe a
comida casera, aunque quienes diseñaron el menú le hayan cambiado el nombre a
casi todo.
Así, la clásica “reina pepiada”, la arepa
rellena con ensalada de pollo y aguacate, en Amaize se llama beauty queen; la
de pabellón, se llama mechado mix (y es tan, pero tan resuelta que cuesta
casi lo mismo que un plato de pabellón); y los jugos de fruta, que tienen el
toque justo de azúcar, se llaman “aguas frescas”, en lo que asumo es un intento
de llegarle al consumidor estadounidense, sea de origen hispano o no.
El menú, donde casi todo gira alrededor
de las arepas y las cachapas, reúne los platos típicos de la comida venezolana
incluyendo chupe de pollo, asado negro (hay arepas que sirven con esta carne y
su salsa aparte a manera de dip), la guasacaca (que deberían envasar y vender para llevar), los quesos como el “de mano” y
el guayanés; y los postres como el quesillo (súper denso y cremoso), la
marquesa de chocolate y la torta tres leches.
Pero además hay opciones menos
tradicionales que también apuntan al consumidor que busca alternativas
innovadoras, como la arepa “caprese latino”, que viene con espinacas, queso
guayanés, tomate y guasacaca; o el combo de portobello-tofu y aceite de oliva
trufado; o la cachapa delight, una extravagancia que consiste en una mini
cachapa con Nutella (o dulce de leche), y fresas y bananas, con una generosa
porción de crema de leche batida.
Nada fue dejado al azar en este
restaurante donde además cada quien se puede armar su combo como mejor le
parezca, escogiendo entre arepas o ensaladas, una proteína (carne mechada,
pollo mechado, ensalada de atún, jamón, pavo, pernil de cerdo, roast beef, tofu
o caraotas negras), un tipo de queso (de mano, guayanés, blanco rallado o al
grill, y gouda rallado), y vegetales (espinaca, lechuga, tomate, cebolla,
jalapeño o pimentón).
Todo, absolutamente todo, fue estudiado:
la decoración, los suvenires para la venta (tazas, coolers, cestas, y
delantales con el logo de Amaize); las estanterías repletas de P.A.N., la
harina de maíz pre cocida para las arepas y su versión para hacer cachapas, que
ahora se fabrica en la planta de International Grains and Cereals LLC, en Greenville,
Texas, bajo licencia de Alimentos Polar International Inc; las 35 personas que
allí trabajan, bilingües todas, quienes, no importa su origen, conocen de que
está hecho cada plato, cómo se le llama en Venezuela y como fue rebautizado en Amaize.
Es evidente que en Doral, donde se
concentra la mayor población de venezolanos en Estados Unidos, y es la sexta
ciudad en población colombiana en el país, Amaize tiene un mercado cautivo.
Pero más allá de ese mercado, la apuesta de Amaize es por el consumidor
estadounidense al que invitan a experimentar con la arepa y la cachapa, sin
dudas dos gemas de la gastronomía venezolana. Y si te gusta experimentar, cuando vayas
pide la open face cachapa que consiste en una cachapa abierta, con caraotas
negras, carne mechada, guasacaca y queso rallado: de mo-rir-se.
Amaize
3887 NW 107th Ave. Unit 102
Doral, FL 33178
+1 (786) 542-1559
Este post es una versión del que escribí para MiamiDiario.
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