Mi mamá siempre decía, y sigue diciendo, que algo que tuviera “ese” color tenía que ser bueno, saludable y nutritivo. Hasta el sol de hoy, creo que es así.
Las remolachas son parte de mi dieta desde que era niña. Mi abuela Ligia solía prepararlas en ensalada y a mí me gustaban como me gustaba todo lo que ella cocinaba.
Este año las sembramos por primera vez. Las que usé en esta receta son las últimas de mi cosecha y ya estoy preparando mis nuevos semilleros.
Gracias a Scannone podemos reproducir esa comida suculenta y sabrosa con las que nos alimentaban nuestras abuelas en Caracas.
1 ½ libra (3/4 de kilo) de remolachas sin tallos ni hojas
3 tazas de agua
1 cebolla blanca mediana rebanada en ruedas
6 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
2 cucharadas de vinagre de vino blanco
1 cucharada de miel
10 hojas de hierbabuena cortadas finamente
Sal
En una olla con tapa, cocina las remolachas con agua por 20-25 minutos. Cuélalas y déjalas enfriar. Pélalas y rebánalas en ruedas delgaditas. Dispón las ruedas de remolacha y cebolla alternativamente. Prepara una vinagreta con el aceite, el vinagre, la miel, sal al gusto y las hojas de hierbabuena, emulsiona bien y adereza la ensalada. Enfría en la nevera por lo menos una hora antes de servir.
Para imprimir la receta haz clic aquí.
A mi también me encanta la remolacha o betabel como le dicen aquí en México. Esta versión con hierbabuena no la conocía. Mi mamá nos hacia mucho esta ensalada, recuerdo en envase de vidrio redondo con relieve donde siempre la ponían, y el sabor de la ensalada al día siguiente cuando ya habían guardado en la nevara lo que quedaba. Ahora no puedo comerla porque con la edad la cebolla y el vinagre me sientan mal... :( pero cuando la hago para mi como poquito, y dejo que la cebolla suelte el sabor pero no me la como. Cosas de la edad.. jejejej a ver si me animo y este año siembro alguna otra cosa que no sean albahaca, hierbabuena y perejil. :)
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