Ayer coseché nueve libras de tomates manzanos bien maduros, con la idea de hacer, finalmente, mi salsa de tomate básica: la que uso cuando hago pizza, albóndigas de carne y salsa para pasta…
Sin embargo, como hoy amaneció nublado, resolví usar la mitad de los tomates para esta colorida sopa, tal como me la enseñó a hacer mi mamá. No estoy segura de donde sacó la receta. La hicimos juntas en el verano de 2009 y el éxito fue total.
1 cebolla blanca o amarilla grande, o 2 medianas, cortadas groseramente.
3 cucharadas de mantequilla sin sal
10 tomates manzanos maduros, pelados y cortados groseramente
2 ramitas de romero fresco
1 litro de agua hirviendo
4 cucharadas de arroz
3 cucharadas de perejil fresco picadito
En una olla con tapa derrite la mantequilla a fuego mediano y sofríe la cebolla hasta marchitar. Agrega los tomates y el romero, y cocina tapado hasta que los tomates estén jugosos, unos 10-12 minutos. Retira del fuego y deja enfriar. Retira el romero y procesa en una licuadora, hasta que la mezcla tenga una textura suave. Regresa la mezcla licuada a la olla, agrega el arroz y el agua y cocina tapado a fuego lento por 20 minutos. Agrega sal al gusto. Para realzar el sabor, puede que quieras agregar un poco mas de mantequilla. Sirve y espolvorea con el perejil.
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