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miércoles, noviembre 03, 2010

Fragante y sedosa crema de maíz y chirivía

Hace un mes, mi escritor latinoamericano favorito, el peruano Mario Vargas Llosa, ganó el Premio Nóbel de Literatura 2010. Ni que decir que mi casa se volvió una fiesta. No solo es que adoro a Mario (y lo llamo Mario como alguien cercano a mi corazón). Es lo que Mario representa. Como bien apuntó Alex Chafuén, de la Atlas Economic Research Foundation en un artículo reciente, Mario es un campeón de la libertad.


Tuve el honor de entrevistarlo en 1999, cuando estaba lanzando su novela sobre los últimos días del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, La fiesta del chivo. Esa entrevista marcó un punto de inflexión en mi carrera periodística en Venezuela, un país donde la libertad de expresión está en juego y el periodismo es cada vez más un oficio de alto riesgo.
De manera que tenía muchas razones para celebrar a Mario, y como siempre que estoy feliz mi primera reacción es, siempre, cocinar, decidí preparar un chupe de camarones peruano.
La mala noticia es que ese día no tenía auyama en mi nevera. La buena noticia es que resolví hacer esta sopa de maíz y chirivía, que es mi receta de hoy, además de un arroz con camarones a la manera de Caracas.

Esta es una sopa fragante y delicada, con el sabor semi dulce que le aporta la combinación del maíz tierno y de las chirivías, un tubérculo con la forma de una zanahoria, pero de color marfil y con un sabor particular, que me recuerda a los nabos. Mi mamá encontró la receta en la sección de cocina del Los Angeles Times el verano pasado, y ahora a todos nos encanta. Aquí está la receta y espero que les guste.

Crema de maíz y chirivía | Ingredientes for 6-8 porciones
2 ½ cucharadas de mantequilla sin sal
1 taza de cebolla cortada
1 tallo de apio (celery) cortado
5 dientes de ajo machacados
3 ramitas de perejil fresco
1 hoja de laurel
3 tazas (1 libra o medio kilo) de granos de maíz (5 - 6 mazorcas desgranadas)
½ libra (250 gramos) de chirivía pelada y cortada groseramente
Sal marina gruesa
Pimienta blanca recién molida
6-7 tazas de leche

En una olla a fuego mediano, derrite la mantequilla. SaItea la cebolla, el apio, el ajo el perejil y el laurel, hasta que la cebolla esté marchita, unos 5 minutos. Agrega el maíz, la chirivía y sal y pimienta al gusto. Saltea hasta que las chirivías estén tiernas, unos 20 minutos, revolviendo constantemente. Agrega la leche y lleva a hervor a fuego lento. Cocina por 30 minutos. Retira del fuego y deja enfriar. Procesa en una licuadora y cuela. Como el maíz es muy fibroso la colada puede tomar su tiempo, pero vale la pena. Sirve caliente.
Con Mario, en Caracas, 1999
Para imprimir la receta haz clic aquí.

2 comentarios:

  1. Fragante, sedosa y deliciosaaa!!!!
    Preciosa fotografía.
    Hasta la vuelta Enriqueta.

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  2. Gracias Marisa por tu comentario. En efecto, esta sopita es deliciosa!

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