Aprovechamos para ir la Champagne con Cecile, nuestra amiga parisina, quien hizo los arreglos para disfrutáramos de dos catas privadas en Épernay: una en la Maison Delamotte y la otra en Möet et Chandon.
Tuvimos la suerte de pasar la noche con unos amigos, en una casita estratégicamente ubicada en la Rue Dom Pérignon, bautizada así por el monje benedictino quien hace más de tres siglos hizo importantes contribuciones a lo que hoy se conoce como el método champenoise para elaborar los más finos vinos espumantes.
En la mañana nos despertaron las campanas de la abadía donde está enterrado Dom Pierre Pérignon.
Carru y yo teníamos un plan (y lo seguimos teniendo, solo que por ahora está en el congelador). Habíamos resuelto recorrer las grandes regiones vitivinícolas del mundo y ¿qué mejor que empezar por La Champagne?
De regreso a París, una tarde, caminando por Saint-Germain-des-Prés, comenzó a llover a cántaros. En medio de aquel torrencial aguacero comenzamos a correr, desprovistas de paragua alguno, y llegamos al café Les Deux Magaux, donde Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir tenían sus rendezvous, y Albert Camus Pablo Picasso eran habitués.
Pedí un Tarte Tatin aux Pommes, el clásico postre francés hecho con manzanas caramelizadas y que no es otra cosa que una tarta de manzanas volteada.
El mejor tarte tatin de manzanas con crema fresca que me haya comido en mi vida.
Atesoré ese sabor y textura tibia en mi corazón y en mi paladar durante los últimos seis años. Y no fue sino hasta que dominé el arte de hacer una buena masa para pies hace unos meses, que resolví que había llegado el tiempo de hacer mi propio tarte tatin.
Comparable en simplicidad y elegancia con la crème brulée, este es uno de los postres más fáciles de hacer y además de la masa, sólo lleva tres ingredientes: manzanas, azúcar y mantequilla.
Aquí les dejo, a la salud de mi Carru, mi receta!
1 receta de masa para pie (por favor sustituye el azúcar por ¼ de cucharadita de sal)
¾ de taza de azúcar
6-7 manzanas verdes, peladas, sin corazón y cortadas en cuartos
2 cucharadas de jugo de limón fresco
4 cucharadas de mantequilla
Crema para batir o crema fresca
En un bol, rocía las manzanas con el jugo de limón para evitar que se oscurezcan. Precalienta el horno a 375°F.
En un sartén de 10 pulgadas (25 cms) de diámetro, a fuego mediano, cocina el azúcar hasta que comience a derretirse. Revuelve constantemente hasta que el azúcar se dore. Retira del fuego y dispón las manzanas, formando círculos concéntricos y con la parte redonda hacia abajo. Llena los huecos con pedazos de manzana. Por la mantequilla sobre las manzanas y cocina a fuego mediano por 20 minutos, hasta que el azúcar se torne en un caramelo oscuro.
En una superficie enharinada, con la ayuda del rodillo, extiende la masa en forma circular hasta que tenga un espesor de ¼ de pulgada (6-7 mm). Con sumo cuidado, coloca la masa sobre las manzanas y decora el borde con un tenedor. Por el sartén en la rejilla inferior del horno y hornea con 25 minutos, hasta que la masa esté dorada. Retira del horno y deja reposar por 15 minutos. Con un cuchillo o espátula pequeña, afloja los bordes del pie. Coloca el plato de servir sobre el sartén. Con la ayuda de dos toallas de cocina y con sumo cuidado, voltea rápidamente el sartén sobre el plato. Sirve tibio con crema batida o crema fresca.
Con Stan y Ceci. Carru no aparece porque estaba tomando la foto (Épernay, 2006) |
Para imprimir la receta de la masa para pie, haz clic aquí.
yo que tengo un sueño frustrado con vivir a paris y otro con aprender a hacer pies y aparece esto ;)
ResponderBorrarPues manos a la masa! Un abrazo Paulette que todos tus sueños se hagan realidad en 2013!
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