Por obra y gracia de la ‘mixología’ y de sus artífices los ‘mixólogos’, comienzan a aparecer en mi cocina y en mi bar, exóticos ingredientes, imprescindibles en la elaboración de un coctel, que, por lo menos para mí, que soy nueva en estos avatares, hace poco eran literalmente desconocidos. Tal es el caso del
falernum, o jarabe de
falernum, que a veces resulta tan difícil de encontrar que hay quienes han optado por prepararlo en forma casera.
El
falernum es un jarabe dulce que se usa como ingrediente de tragos y cocteles en el Caribe y que se caracteriza por sus notas de jengibre, clavo, limón, algunas veces vainilla, canela e incluso esencia de almendras.
Todo parece indicar que este exótico ingrediente que puede o no, tener contenido alcohólico, es originario de la isla caribeña de Barbados, cuna del
killdevil o ‘matadiablo’, ancestro del ron nuestro de cada día.
Darcy O’Neil, ingeniero químico dedicada a la ‘mixología’ y apasionado de la historia de tragos y cocteles, relata el que bien podría ser el origen de la voz
falernum: cuando le preguntaron a la esposa de un viejo barbadense por la receta, respondió en dialecto
'Haf a learn um' que en correcto inglés debió ser
‘(You) have to learn’ (usted debe aprender), y ¡jarabe bautizado!
En todo caso, el
falernum es un edulcorante que realza el sabor del ron en la preparación de los cocteles a los que les confiere aromas y sabores tropicales. Cuándo y cómo fue inventado, no es mucho lo que se sepa, aunque el mismo O’Neil refiere que ya en 1896 el periódico
The Philadelphia Enquirer publicó un artículo dando cuenta de su existencia.
De seguidas la receta que adapté de la del
Falernum #8 que publicara en 2006 Paul Clarke en
The Cocktail Chronicles.
Falernum | Ingredientes para 4 tazas
6 onzas de ron blanco (usé Ron de Venezuela
Santa Teresa Claro)
La piel de 6 limones (sin trazos de la parte blanca)
40 clavos de olor
2 onzas de jengibre fresco rallado
½ de cucharadita de extracto de almendra
14 onzas de jarabe dulce que se prepara disolviendo dos partes de azúcar en una de agua (sin calentar).
5 onzas de zumo de limón colado
Combina el ron, la piel de limón, los clavos y el jengibre en un envase con tapa y dejar reposar por una semana en la nevera. Pasa por un colador de tela, que luego exprimes para extraer todo el líquido. Desecha los sólidos. Agrega el extracto de almendras, el jarabe dulce y el zumo de limón. Mezcla y envasa en una botella esterilizada. Guarda refrigerado.
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yo creo que eso sólito con hielo debe saber rico.. jejeje... muy diluido para que no te emborrache tan rápido.. ejjejeje o ajjajajaj... :)
ResponderBorrarTanto como solo, no: es muy dulce y súper concentrado. Pero de que es una delicia,lo es!
ResponderBorrarHummmm Enriqueta !!! Que rico !!! Y que tal hacerlo de naranja (esa que tiene la concha bien naranja y gruesa) ??!!
ResponderBorrar=o)
Ajá Sandrine,el tema es que naranja es naranja y limón es limón. El limón proporciona una acidez que no tiene la naranja. Si no consigues limones amarillos en Caracas, creo que los puedes sustituir por nuestro limón criollo, el que es de piel entre verde y amarilla y un poquito más pequeño que la lima (limón verde). El jugo de estos limones criollos es menos ácido que el la lima. Su piel también es mucho más fina que la de los limones verdes. Creo que se pelan bien con un pelapapas. Es importante que las pieles a macerar no tengan trazos de la parte blanca para que el falernum no quede amargo.El limoncito criollo se consigue en los mercados libres. Yo lo compraba en Chacao. Gracias por visitar!
ResponderBorrarcuanto tiempo dura sin echarse a perder??
ResponderBorrarUn mes? El ron hace que se conserve muy bien. Gracias por visitar y comentar.
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