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jueves, agosto 12, 2010

Gazpacho Andaluz


No recuerdo cuando me enamoré del gazpacho. Habiendo nacido y sido criada en un país tropical, donde, paradójicamente, todas las sopas se sirven calientes, y por lo mismo la vichyssoise es una suerte de extravagancia, siempre tuve curiosidad por esta sopa de tomates rojos que se sirve helada. Creo que además me gustaba el nombre: gazpacho, tan español con esa ‘z’, tan andaluz…

Hubo una época en la que soñaba con bailar sevillanas y me hice fan de las cantaoras, verdaderas fieras en escena, las llamadas folclóricas españolas: quería parecerme a ellas, vivir la pasión y sufrir su dolor, y en lugar de perfume usaba Heno de Pravia (comprado en El Corte Inglés) para oler ‘limpia y natural’ como, me imaginaba, olerían esas mujeres.


Cuando comencé a viajar por mi cuenta, recuerdo haber ido a España por tres años seguidos e incluso me las arreglé para, en plena carrera universitaria, vivir en Madrid por unos meses. Sin embargo, nunca probé el gazpacho en esa época, porque nunca disfrute del privilegio de un verano español.

El gazpacho siguió siendo un sabor por descubir para mí hasta que compré el libro Soups, de la colección The Good Cook, editado por Time Life. Para rematar, en 1988 llegó Pedro Almodóvar con su Mujeres al borde de un ataque de nervios, con aquella escena en la que Marisa encuentra un gazpacho en la nevera y sin saber que lo habían ‘aderezado’ con pastillas para dormir, se lo toma y ¡cae noqueada!


Aunque existen muchas variantes, es aceptado que en Andalucía el típico gazpacho lleva tomate, pepino, pimiento o pimentón, ajo, cebolla, vinagre de vino, pan y aceite de oliva. Una buena idea es agregar unos croutons, y como ustedes saben, los croutons son siempre una buena idea.

Tradicionalmente el gazpacho se hace majando los vegetales en un mortero. Sin embargo y dependiendo de la consistencia deseada, puede ser preparado en una licuadora o en un procesador de alimentos. Si escojes cualquiera de estos dos últimos métodos, ten en cuenta que estos aparatos pueden crear una especie de espuma (que desaparece dejando la mezcla en el refrigerador por un rato).

El gazpacho de las fotos lo lo hice con los tomates de mi huerta y en una licuadora. Aquí está la receta.


Gazpacho | Ingredientes para 6-8 porciones
6 tomates manzanos pelados y cortados
½ pepino pelado y cortado
1½ tazas de pan, sin la corteza, cortado en cubos
3 dientes de ajo machacados en un mortero con sal marina gruesa al gusto
1/3 de taza de vinagre de vino
1½ tazas de agua helada
1½ tazas de jugo de tomate (usé Campbell)
Aceite de oliva extra virgen al gusto


Guarnición
1 pepino mediano pelado y cortado en cubitos
1 pimiento o pimentón verde sin semillas ni venas, cortado finamente
4 cebollines cortados finamente (a veces uso cebolla morada)
6 tomates cereza cortados en cubitos


En una licuadora procesa los tomates, pepino, pan, ajo, vinagre y agua helada. Mantén esta mezcla refrigerada hasta el momento de servir. Justo antes de servir, agrega el jugo de tomate y verifica si necesitas agregar algo más de vinagre. Si la sopa no está suficientemente fría o hace mucho calor, puedes agregarle algo de hielo picadito (y servirlo con hielo). Sirve en tazones individuales, con aceite de oliva al gusto y decora con la guarnición.


Para imprimir la receta haz clic aquí. 

1 comentario:

  1. Ay Enriqueta, cómo me he reído con esta entrada del gazpacho. No por la receta, eh, que te quedó gloriosa. Sino por ese sentir tan folclórico.
    Por cierto, tu tortilla de papas española, también muy buena en versión light. Ultimamente la hago en el horno, para eliminar grasas, y oye no es como la original pero queda también riquísima.
    He disfrutado mucho de tus recetas, de lo que llevo visto, claro. Hoy llevo un buen rato entretenida contigo jaja
    Besotes mi niña.

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