Esta es una receta sueca. Creo que va mejor en primavera, e incluso durante el verano, porque es ligera y cítrica. Sin embargo, pensé que sería una buena forma de liberar la culpa (por esta fecha todos estamos arrepentidos de lo que nos comimos en las fiestas), con algo fresco y saludable.
Además de su hermoso color, lo que distingue a esta sopa es, por una parte, su sabor dulzón, que resulta de la combinación de zanahorias, manzanas y jugo de naranja, mezclado con el sabor picante del jengibre. Y por la otra, su aroma, que combina el perfume de las frutas con el de la canela y el jengibre.
En Suecia se sirve con una ramita de
elderflowers (flores de saúco) frita y crujiente y con pan blanco. Aquí está mi receta adaptada de
Swedish Cook, un libro con recetas de Sylvia Winnewisser que compré en mi último viaje a
Ikea.
Sopa de zanahoria, manzana, jengibre y naranja | Ingredientes para 4 porciones
1 cucharada de mantequilla sin sal
2 cebollas medianas, picadas groseramente
1 libra de zanahorias peladas y picadas groseramente
2 manzanas, peladas, deshuesadas y cortadas
½ cucharadita de jengibre fresco rallado
½ cucharadita de canela molida
1 taza de zumo de naranja natural
2 tazas de
caldo de verduras
Sal marina gruesa
Pimienta blanca recién molida
2/3 de taza de crema fresca
En olla a fuego mediano, derrite la mantequilla y saltea las cebollas hasta que estén marchitas, unos 5 minutos. Agrega las zanahorias, manzanas, jengibre y canela y cocina por 5 minutos más. Agrega el caldo y el jugo de naranja y cocina por 15-20 minutos, hasta que las zanahorias estén tiernas. Apaga el fuego y deja enfriar. Procesa en el vaso de una licuadora hasta que tenga una consistencia suave y uniforme. Salpimienta al gusto. Vuelve a calentar y agrega la crema.
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