El domingo hizo 82°F y hoy está nevando en las montañas. Luego de cinco años en el Sur de California, casi puedo sentir cuando va a nevar allá arriba, porque aquí abajo se siente un frío seco, que corta. Entonces, irremediablemente, el cuerpo te pide un chocolate bien caliente.
Este lo hice con el chocolate “Abuelita”, de la edición especial "Homenaje a Chiapas" que me envió mi querida
Orquídea desde Tijuana. El "normal" se consigue, por lo menos aquí en California, en todos lados. Se lo preparé a mi
chocoholic Tomás Eugenio (8) para que se calentara al llegar de la escuela y se lo serví en esta taza para que se sintiera como el príncipe que es.
Al mío lo pinché con chorrito de
Arakú licor de ron y café, y lo revolví con una rama de canela. El chocolate caliente “pinchao” es altamente recomendable para días fríos y lluviosos, y en este caso particular, combina lo mejor del chocolate mexicano con lo mejor del ron y el café venezolanos.
Chocolate caliente “pinchao” | Ingredientes para 4 porciones
4 tazas de leche parcialmente descremada
6 oz (170 grs.) de chocolate para taza semi amargo (usé Abuelita de Nestlé)
3 oz. de licor de ron y café Arakú
4 palitos de canela en rama
En una olla a fuego mediano, disuelve el chocolate en la leche, revolviendo constantemente. Cuando el chocolate se haya disuelto totalmente, bate con un batidor o con el espumador de leche. Sirve caliente con un palito de canela y agrega ¾ de oz del licor de ron y café a cada taza. Remueve con el palito de canela.
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Maravillosa receta, Enriqueta, para estos fríos. Y el cacao venezolano, de los mejores del mundo, sin desmejorar el mexicano por supuesto. Tradición que no se pierde y que podría pincharse también con un chorrito del calentao de los páramos. Abrazos.
ResponderBorrarEsa es la idea! Lo que me gusta del Arakú es que es dos en uno: ron y café. Aquí en California venden nuestro Chocolate El Rey. No he tenido la fortuna de comprarlo porque lo venden en las grandes ciudades de la costa, mas no en el pequeño pueblo donde vivo. La marca Abuelita, en cambio, es muy común, aunque nunca la he comprado: una amiga venezolana quien vive en Tijuana, me regaló hace dos Navidades tres latas de morirse, porque fueron producidas para celebrar el 70 aniversario de la marca que coincidió con el bicentenario de la Independencia de México. No te imaginas la calidad del empaque, la presentación y la finura del chocolate. Ese chocolate fue el que use para esta receta. Después hablamos de nuestro cacao Porcelana y de cuando fuimos potencia cacaotera y cafetalera. Gracias por visitar y comentar. Un abrazo venezolanísimo! Enri
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