Extraordinario texto, lección para aprender, espacio más que justo para exponerlo. Todo cobra sentido. No es inútil. No se trata de un juego cromático sino de una experiencia de vida. Nutrirse, sembrar, cocer los alimentos, moldearlos en un plato, es una expresión -debe serlo- del arte de vivir. Cosechar, vencer las dificultades de las sequías o las inundaciones, detener el viento o promoverlo, para que al fin retoñen, como hijos, legumbres y vegetales, florerías por doquier, es también una expresión del arte de vivir. Asumir el reto diario de vivir y sobrevivir en un mundo en el cual prevalece la destrucción sobre la construcción, es el arte mayor de vivir. Y para eso requerimos como dice Enriqueta mucha resistencia, o resilience. Y cuando uno es capaz de compartirlo, es porque ya hemos ganado la mitad de la batalla. Ante la adversidad siempre hay un regreso creador a lo primario y esencial, y si no nos dejamos devastar, hay un crecimiento inmenso que Enriqueta describe con pasion y emocion en este texto admirablemente. Gracias, amiga!!
Gracias Mery! Gracias por visitar y comentar! Pa'lante, es pa'llá, como decimos los venezolanos, que hemos llevado tanto palo ultimamente! Un abrazote!
Amiga, la palabra en español es resiliencia, y el significado del DRAE es doble:
"1. f. Psicol. Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. 2. f. Mec. Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación."
Ambos describen la capacidad ser como los gatos que aterrizan sobre sus cuatro patas, miran a los lados y salen otra vez a correr por el monte, ser como los pájaros que en última instancia despliegan las alas y maniobran para evadir el obstáculo, ser incluso como las cucarachas (seres que me dan un asco increíble) que pueden aplanarse pasar por alguna grieta en el muro y salir ilesas. Quizá no salgamos ilesos de esas situaciones amenazantes, dañinas, pero mejor aún, saldremos con la certeza de la fuerza interior, de nuestro empuje y de nuestras ganas de vivir. Un beso desde nuestra Caracas aporreada, a la espera de tiempos mejores.
Ve que hace unos 6 años hice el guión para un pequeño video sobre la resiliencia y no encontré la palabra exacta en castellano. En la edición de mi DRAE, que es de 2000, no aparece, por lo que asumo que en ese momento aun no había sido aceptada por la Academia. Es ya que me voy a comprar la última edición! Y voy a editar el texto de arriba usando el término que corresponde, o sea "resiliencia" (que mi Word me sigue señalando como mal escrito y por lo mismo pensé que aun no estaba aceptado). Así que gracias por visitar y comentar. No deja de maravillarme que siempre puedo aprender nuevas cosas.
Ahora para veas cuán conectadas estamos, te cuento lo siguiente:
1) Ayer le regalé a Andrés Ignacio (10) el diccionario Webster de bolsillo que cargué en mi morral cuando hice mi maestría en la Universidad de Columbia. Digamos que es el equivalente del pequeño Larousse de cuando nosotras estudiamos primaria. Y como estaba amarillito, pues me recordé de la edición de Matar un ruiseñor cuya foto me enviaste hace poco.
2) Mi mamá solía decir que no se preocupaba por mí, porque yo soy como los gatos: no importa la altura y las vueltas que de en el aire, siempre caigo parada y en cuatro patas. Creo que mi mamá tiene razón.
3) Coincido en que si bien, no ilesa, de esta salimos, mis hijos y yo, fortalecidos. No sé si por terca, audaz, optimista o simplemente porque ese es mi carácter, tengo la “maña” de verle el lado bueno a todo, estoy convencida de que esta crisis se ha transformado en una gran oportunidad para mí y los míos. Así de que de esta salimos y parados!
Extraordinario texto, lección para aprender, espacio más que justo para exponerlo. Todo cobra sentido. No es inútil. No se trata de un juego cromático sino de una experiencia de vida. Nutrirse, sembrar, cocer los alimentos, moldearlos en un plato, es una expresión -debe serlo- del arte de vivir. Cosechar, vencer las dificultades de las sequías o las inundaciones, detener el viento o promoverlo, para que al fin retoñen, como hijos, legumbres y vegetales, florerías por doquier, es también una expresión del arte de vivir. Asumir el reto diario de vivir y sobrevivir en un mundo en el cual prevalece la destrucción sobre la construcción, es el arte mayor de vivir. Y para eso requerimos como dice Enriqueta mucha resistencia, o resilience. Y cuando uno es capaz de compartirlo, es porque ya hemos ganado la mitad de la batalla. Ante la adversidad siempre hay un regreso creador a lo primario y esencial, y si no nos dejamos devastar, hay un crecimiento inmenso que Enriqueta describe con pasion y emocion en este texto admirablemente. Gracias, amiga!!
ResponderBorrarGracias Mery! Gracias por visitar y comentar! Pa'lante, es pa'llá, como decimos los venezolanos, que hemos llevado tanto palo ultimamente! Un abrazote!
BorrarAmiga, la palabra en español es resiliencia, y el significado del DRAE es doble:
ResponderBorrar"1. f. Psicol. Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.
2. f. Mec. Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación."
Ambos describen la capacidad ser como los gatos que aterrizan sobre sus cuatro patas, miran a los lados y salen otra vez a correr por el monte, ser como los pájaros que en última instancia despliegan las alas y maniobran para evadir el obstáculo, ser incluso como las cucarachas (seres que me dan un asco increíble) que pueden aplanarse pasar por alguna grieta en el muro y salir ilesas. Quizá no salgamos ilesos de esas situaciones amenazantes, dañinas, pero mejor aún, saldremos con la certeza de la fuerza interior, de nuestro empuje y de nuestras ganas de vivir.
Un beso desde nuestra Caracas aporreada, a la espera de tiempos mejores.
Gracias Gucha querida!
BorrarVe que hace unos 6 años hice el guión para un pequeño video sobre la resiliencia y no encontré la palabra exacta en castellano. En la edición de mi DRAE, que es de 2000, no aparece, por lo que asumo que en ese momento aun no había sido aceptada por la Academia. Es ya que me voy a comprar la última edición! Y voy a editar el texto de arriba usando el término que corresponde, o sea "resiliencia" (que mi Word me sigue señalando como mal escrito y por lo mismo pensé que aun no estaba aceptado). Así que gracias por visitar y comentar. No deja de maravillarme que siempre puedo aprender nuevas cosas.
Ahora para veas cuán conectadas estamos, te cuento lo siguiente:
1) Ayer le regalé a Andrés Ignacio (10) el diccionario Webster de bolsillo que cargué en mi morral cuando hice mi maestría en la Universidad de Columbia. Digamos que es el equivalente del pequeño Larousse de cuando nosotras estudiamos primaria. Y como estaba amarillito, pues me recordé de la edición de Matar un ruiseñor cuya foto me enviaste hace poco.
2) Mi mamá solía decir que no se preocupaba por mí, porque yo soy como los gatos: no importa la altura y las vueltas que de en el aire, siempre caigo parada y en cuatro patas. Creo que mi mamá tiene razón.
3) Coincido en que si bien, no ilesa, de esta salimos, mis hijos y yo, fortalecidos. No sé si por terca, audaz, optimista o simplemente porque ese es mi carácter, tengo la “maña” de verle el lado bueno a todo, estoy convencida de que esta crisis se ha transformado en una gran oportunidad para mí y los míos. Así de que de esta salimos y parados!
Un abrazo Gucha!
Como siempre lúcida y cada vez que te leo me sacudo las tonterías y recuerdo que la vida es corta, es la única que tenemos y es bella.
ResponderBorrarAsí mismo es mi Claudia! Un beso!
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