Después de que publiqué mi receta de majadra con cebollas, cebollas y más cebollas, creo que es evidente que las adoro. Pablo Neruda también… así que para celebrar que hoy Savoir Faire cumple dos años, aquí les dejo esta oda… a la cebolla... y por favor no lloren.
Oda a la cebolla | por Pablo Neruda
Cebolla,
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada,
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
Yo cuanto existe celebré, cebolla,
pero para mi eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada
y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.
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