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sábado, agosto 11, 2012

Regresé

Los cuatro fantásticos: Amanda, Amelia, Andrés y Tomás
Lo sé. Estaba perdida. Pero ya regresé y estoy viva. Sobreviví a una semana de parques en Orlando con Andrés Ignacio (10) y Tomás Eugenio (8), comiendo junk food (literalmente), y disfrutando (en serio) de Terminator, Men in Black, Spiderman, Shreck, Disaster, The Simpsons, Jurassic Park, The Mommy, Harry Potter y todas las atracciones reales y virtuales en Universal Studios y en Island of Adventures, y viendo a Shamu y su corte de orcas "rockanrolear" de noche y brillar de día en el Sea World.
Tal como estaba previsto, disfrutamos de la buena compañía de la familia González-Servat en pleno y la pasé buenísimo con Gisela y mis sobrinas Amanda (7) y Amelia (2). Gise y yo estábamos felices de ver a nuestros hijos jugar como si de verdad fueran primos.

Cuando Andrés y Amanda preguntaron cómo es que yo era tía de Amelia si no era hermana de su mamá o su papá, les expliqué que los amigos son la familia que uno escoge, que por eso Gisela es mi hermana y que por lo mismo Amanda y Amelia son mis sobrinas.

También disfruté muchísimo de la compañía de Inés, quien vive en Orlando y tuvo la delicadeza  de improvisar un taller de iluminación de platos para mí y me dio algunos secretos para fotografiar alimentos. Cenamos ratatouille y mi pasta aglio e olio y hablamos hasta que los ojos se nos cerraron del sueño.

Además visité a mi querido Luis, amigo y sin duda el mejor de los jefes que tuve, quien también vive en Orlando. Mientras Andrés y Tomás nadaban en su piscina, hablamos horas, como si todos estos seis años sin vernos no hubieran pasado.

Me disculpan pero no tomé fotos, apenas las que hice con mi Blackberry. La razón: no me provocó andar cargando la cámara.

Disfrutamos como nunca y confieso que cada día me gusta más nuestra nueva vida en Florida. Cuando regresamos a casa, Tomás Eugenio sentenció: “Que bueno estar de regreso a casa, aunque yo sé que mi hogar es donde estén mi mamá y mi hermano”. No me van a negar que se trata de niño muy especial y sensible.

Esta última semana, ya en casa, confirmé mi certeza de soy a prueba de balas. Como dice la letra de la canción de David Guetta: “soy de titanio”. Ya mis hijos tienen listos sus uniformes para el próximo año escolar, fuimos todos al odontólogo para nuestros chequeo semestral, fuimos a la playa un par de veces con Gise, Odi y las niñas, me puse al día con mi trabajo y estoy lista para regresar a mi “normalidad”.

Para descansar, la eternidad, así que ya me tendrán de vuelta publicando mis recetas.

Que tengan un feliz fin de semana. ¡La vida es bella!

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